La Historia de Warcraft, también conocido como el Universo Warcraft, es el lore creado por Blizzard tomando como referencia la información publicada en diversos medios oficiales. Los escritos, que están en continuo cambio, han sufrido varias revisiones a lo largo del tiempo debido a la interacción de otras líneas argumentales. El lore comprende la información facilitada en la página oficial de Warcraft, los videojuegos, las novelas, los libros de RPG, los cómics, los E-books y fuentes internas de Blizzard que posee un departamento específico para desarrollar la historia de Warcraft.
WORLD OF WARCRAFT
Somos introducidos a World of Warcraft cuatro años después de la conclusión de Warcraft III. Los eventos han progresado, algunos sorprendentemente – las fuerzas no-muertas bajo las ordenes de Sylvanas Brisaveloz, la autodenominada Reina Banshee, se ha unido a la Nueva Horda de Thrall mientras los elfos de la noche de Kalimdor (anteriormente parte de una triple alianza con las fuerzas de sobrevivientes de Lordaeron de Jaina Valiente y la Horda de Thrall) han elegido aliarse con los humanos contra los orcos. La paz ganada con la derrota de Archimonde estaba conduciendo inevitablemente a la guerra.Sin que se haya escuchado nada de ellos durante el avance de la Legión, los humanos de Ventormenta han completado la reconstrucción de su ciudad, pero no todo iba tan bien – con tensiones surgiendo fuera de sus murallas y un conflicto con los albañiles que ayudaron a reconstruir esas murallas en las sombras, Ventormenta apenas podía permitirse la desaparición de su Rey, aun así Varian Wrynn se había ido, perdido en una misión diplomática, y en su lugar su joven hijo Anduin, aun un niño, gobernaba la ciudad. Su gobierno era tenue, era más una figura pública, y el poder real yacía en las manos del Alto Señor Bolvar Fordragon y Lady Katrana Prestor.La gente de Azeroth
Mientras se susurraba que el reino estaba yendo a la ruina, dejando territorios indefensos contra amenazas como los Defias en Paramos de Poniente, los Jinetes Oscuros y huargen en Villa Oscura, y los Orcos Roca Negra en Villa del Lago, se necesitaría el levantamiento de héroes para descubrir que era lo que estaba mal. Y Ventormenta no era la única ciudad que había lidiado con una lucha interna mientras la Legión había amenazado el mundo – el reino de los gnomos, la ciudad de Gnomeregan, fue asaltada por traición y por un ataque de troggs subterráneos. Gracias al venenoso consejo de Sicco Termochufe, el Alto Manitas Gelbin Mekkatorque y la gente gnómica que lo siguieron se vieron forzados a huir a Forjaz y vivir como “invitados” desposeídos de sus aliados enanos, ya que la una vez orgullosa ciudad de Gnomeregan era ahora un toxico baldío poseído por troggs y gobernado por la demencia de Termochufe
Las cosas en el lado de la Horda provenían de los eventos de la fundación de Durotar hace cuatro años – como se mencionó, Thrall había sido convencido de permitir a Sylvanas y sus renegados unirse con sus orcos, los trols Lanza Negra liderados por Vol’jin, y los Tauren de Cairne Pezuña de Sangre. Increiblemente, fue una de las chamanes de Cairne – una misteriosa Anciana Bruja llamada Magata Totem Siniestro con sus propios planes – quien había intercedido en favor de los Renegados. ¿Por qué una chaman tauren haría esto? Cairne ya sabía que no debía confiar completamente en Magatha – le permitió un lugar en la ciudad Cima del Trueno que los tauren habían construido para ellos mismos, para mantener un ojo sobre ella y su tribu Totem Siniestro, una tribu de tauren inusualmente hostil y xenofóbica.
Mientras los Renegados se acostumbraban a su vida como parte de la Horda, tenían sus propios problemas que enfrentar. Un grupo fanático de sobrevivientes humanos llamado la Cruzada Escarlata no veía ninguna diferencia entre la Plaga y los Renegados, y desde su Monasterio Escarlata en el corazón de los Claros de Tirisfal libraba una campaña de exterminación contra los no-muertos. Otros bastiones en Vega del Amparo y Mano de Tyr servían a la orden dándole una presencia a través del antiguo Lordaeron.
Los Lanza Negra, por su parte, estaban confinados a un poblado en la costa sureste de Durotar, el nuevo hogar orco, porque habían sido traicionados por uno de los suyos, Zalazane. Este médico brujo trol había usado poderosas magias oscuras para esclavizar a la mayoría de su tribu y procuro gobernar sobre los Lanza Negra como esclavos sin mente, debido a su creencia de que Vol’jin estaba vendiendo a los trols Lanza Negra a la Horda y a los ideales de Thrall. A pesar de los mejores esfuerzos de los Lanza Negra establecidos en Poblado Sen’jin, Zalazane duraría por muchos años como gobernador de facto de las Islas del Eco.
No se puede decir que a la Alianza en Kalimdor le estuviera yendo mejor. Los humanos del establecimiento de Theramore, habiendo sobrevivido difícilmente al ataque de la Horda de hace cuatro años, ahora estaba ubicado peligrosamente entre las fuerzas de la Horda que dominaban la costa este de Kalimdor. Gobernado por Jaina Valiente, se decía que el Rey Varian Wrynn se había estado dirigiendo a Theramore para un tratar una propuesta de paz con la Horda cuando desapareció. El norte y el oeste de Kalimdor estaba dominado por los kaldorei, o elfos de la noche – estaban envueltos en muchos problemas debido en parte a que Malfurion Tempestira regreso misteriosamente a su sueño y a la ascensión del Archidruida Fandral Corzocelada, héroe de la guerra del Mar de Dunas y constante rival de Tyrande Susurravientos sobre el gobierno de la sociedad de los elfos de la noche.
Luego de la casi destrucción de Nordrassil, Fandral y otros druidas habían propuesto la creación de un nuevo árbol del mundo para reemplazarlo y volver a conseguir la bendición que había hecho a su raza prácticamente inmortal, una bendición perdida cuando Nordrassil se incendio para matar a Archimonde y terminar la invasión de la Legión. Malfurion se había opuesto a este plan – sin la bendición de los dragones aspectos y la presencia del Pozo de la Eternidad, no había garantía de que este nuevo árbol del mundo funcionaria – un previo intento de crear un árbol del mundo en lo que es ahora Rasganorte había terminado en fracaso. Pero cuando Malfurion sucumbió repentinamente a un misterioso sueño inquebrantable, Fandral se volvió el líder de los druidas entre los elfos de la noche, y lidero a su gente hacia el proyecto. En cuatro años, Teldrassil se elevaba sobre el océano del norte de Kalimdor, con la masiva ciudad reconstruida de Darnassus acunada en sus ramas. Aun así, el árbol no estaba bendecido por los aspectos – no trajo inmortalidad, y peor, extrañas y malignas entidades parecían acechar en sus ramas. Incluso algunos de los furbolgs que habían venido a asentarse en sus ramas degeneraron en locura salvaje.
El conflicto de Fandral y Tyrande sobre quien debería líder a los elfos de la noche dividio a su gente, y los problemas de Teldrassil causaron que pasaran poco tiempo vigilando tierras como Azshara, que fue una vez un bullicioso centro de los antiguos Altonatos elfos de la noche. Esto tendría repercusiones en el futuro.
Una marea creciente que limpiara este mundo
Mientras los eventos progresaban, pronto se volvió aparente que varias fuerzas amenazaban el mundo. El Concejo de las Sombras, bajo una variedad de nombres, acechaba a lo bajo de la sociedad de la Horda, siempre buscando regresar a los orcos a un estado de servidumbre y adoración a los demonios. Esto escupió en la cara del sacrificio de Grom Grito Infernal, y Thrall eligió una política de contención, permitiendo a los brujos de la Horda existir para que pudiera observarlos y determinar cuáles necesitaban ser purgados. Los Renegados, por su parte, se ocuparon en una serie de siniestros experimentos mientras trataban de exterminar todo humano viviente que aun permaneciera en las tierras que ahora percibían como suyas – tierras incluyendo Alterac, Trabalomas, y la región de Argenteos que una vez había pertenecido a Gilneas, ninguna de las cuales habían sido parte de Lordaeron. Las fronteras ya no les importaban a los Renegados – la victoria para la Reina Banshee era la única preocupación. Y a excepción de una pequeña ciudad humana mantenida por aquellos leales a Ventormenta, toda la región cayó rápidamente bajo el control de los Renegados. Costasur probo ser una nuez más dura de romper – muchas batallas se desencadenaron mientras las fuerzas de la Horda y la Alianza combatieron por el control de un lugar estratégicamente sin importancia.
Durante el tiempo, estas batallas estallarían en otros lugares – las montañas de Alterac, las bases de las Tierras Altas de Arathi, los barrancos reclamados por el clan Grito de Guerra en territorio elfo de la noche – cada uno debilitando la frágil paz entre la Horda y la Alianza más y más hacia un final definitivo. Pero ni la Alianza ni la Horda podían concentrar toda su ira en la otra. La Plaga, leal al Rey Exánime y a su agente Kel’thuzad el exánime, estaban acumulando ciencia de hechicería en Scholomance y aumentando sin parar en las ruinas ardientes de Stratholme. El antiguo santuario Altonato de la Masacre, ahora infestado por demonios y diablillos, ogros y otros monstruos, amenazaba todo el sur de Kalimdor. La Montaña Roca Negra hospedaba no solo a los Enanos Hierro Negro y a sus siniestras Profundidades Roca Negra, una ciudad que rivalizaba incluso a Forjaz en tamaño y amplitud, sino que era también hogar de una gran conspiración que pretendía paralizar a la Alianza y ver a los orcos Roca Negra como la fuerza dominante en la región. Estos orcos, afirmando ser la verdadera Horda, eran una clara y presente amenaza para el Jefe de Guerra Thrall y todo lo que buscaba hacer con la Horda desde que llego a Kalimdor.
La permanencia en Roca Negra pronto trajo un mayor misterio a la luz, ya que el Mariscal Windsor revelo que Katrana Prestor era en realidad la mismísima madre de linaje Onyxia, hija de Alamuerte – dando su vida, consiguió liberar al Alto Señor Bolvar Fordragon de su hechizo, y la verdad fue revelada. Pero mientras que Onyxia era una gran amenaza, las expediciones a la montaña habían revelado mayores – los Hierro Negro eran efectivamente los esclavos de Ragnaros, el antiguo Señor del Fuego, y el señor elemental de fuego estaba ocupado en una titánica batalla por el control de la montaña contra los orcos Roca Negra y su sombrío maestro, Lord Victor Nefarius desde su bastión en lo alto de la montaña. Aun peor, el Emperador Dagran Thaurissan aparentemente había secuestrado a Moira Barbabronce, hija de Magni Barbabronce, Rey de Forjaz. Y los asaltos sobre la montaña se incrementaron.
Grandes y desagradables verdades fueron reveladas – la Princesa Moira eligió a Dagran, ella no había sido secuestrada y el bebe del cual estaba embarazada era del ahora difunto Emperador. Ragnaros dominaba el núcleo de magma de la montaña, poblándolo con fuerzas elementales traídas de las Tierras de Fuego. Una vez que estas amenazas fueron combatidas y Ragnaros fue devuelto al plano del fuego, entonces la larga escalada de la montaña hacia su cima podía empezar en serio, y el dragón negro Nefarian se unió a su hermana Onyxia en la muerte. Aun así esto supuso un momento de paz – mientras se había combatido la amenaza de muchos peligros en la Montaña Roca Negra, otras nuevas habían surgido.
Grandes amenazas y presagios del desastre
La primera fue la aparición de cuatro grandes dragones verdes, retorcidos y corrompidos, que vinieron de portales en lugares hace tiempo olvidados una vez ocupados por los elfos de la noche. Estos dragones, llamados los Dragones de la Pesadilla (sus nombres eran Ysondre, Taerar, Emeriss y Lethon) estaban visiblemente corrompidos por algún espantoso poder acechando en el Sueño Esmeralda, y una pesadilla envolvía un objeto que ofrecería una tentadora pista sobre la verdadera ubicación de Malfurion. Lo peor estaba por llegar.Una larga investigación por las fuerzas de la Horda y de la Alianza habían revelado una creciente infestación de extrañas criaturas insecto – las fuerzas de la Horda las habían encontrado en los baldíos del sur, mientras que la Alianza se tropezó con ellos en Feralas. Pronto, estos insectos parecían estar en todos lados en el sur de Kalimdor, y eventualmente el trabajo en Tanaris y el Crater de Un’Goro apunto en la dirección de los destrozados desiertos de Silithus. En esos desiertos, la verdad se volvió aparente – los silítidos estaban de vuelta, y detrás de ellos, al igual que antes durante la Guerra del Mar de Dunas unos miles de años atrás, estaban las masivas fuerzas de los Qiraji de Ahn’Qiraj buscando esclavizar o destruir toda otra vida en el continente. Conocido por unos pocos en esta época estaba el verdadero arquitecto de la amenaza Qiraji, el dios antiguo C’thun. Pronto, un ejército llamado el Poder de Kalimdor, consistiendo en fuerzas de la Horda y la Alianza y comandado por Varok Colmillosauro (el héroe orco) se opondría a los vastos ejércitos de C’thun, mientras una fuerza de elite más pequeña se abriría paso a través de la ruinas Qiraji para debilitar las fuerzas enemigas antes de lanzarse al interior del complejo del Templo, buscando matar a un dios.
Al mismo tiempo, otro dios ascendió en las junglas de Tuercespina – el terrible Dios de la Sangre Hakkar, una vez confinado en el Templo Sumergido de los Atali en el Pantano de las Penas, ahora se liberó gracias a inadvertidos cazadores de tesoros que recuperaron su esencia para un adorador disfrazado. Alarmada por la posibilidad del regreso del Dios de la Sangre, la antigua tribu de trols Zandalari envió a algunos de sus mas habilidosos a la ciudad Gurubashi de Zul’Gurub, donde Hakkar fue revivido, pero estos agentes terminaron como esclavos del Dios de la Sangre. En su desesperación, los Zandalari recurrieron a cualquier héroe, de la Horda o de la Alianza, que acepte la llamada e irrumpa la ciudad para destruir a los sacerdotes corruptos y al mismo Hakkar.
E incluso estas titánicas amenazas, viniendo de las manos de Ragnaros y Nefarian, apenas consiguieron un momento de respiro. El saqueo de Scholomance y la invasión de Stratholme no pasaron inadvertidas. El mismísimo Kel’thuzad movió la enorme necrópolis aérea Naxxramas a los cielos sobre Stratholme y desato una oleada de la Plaga sobre Kalimdor y los Reinos del Este como una muestra de fuerza, una invasión que condujo a un contraataque. Endurecidos por batallas constantes, las fuerzas de la Alianza y la Horda, trabajando junto al Alba Argenta e incluso algunos miembros de la Cruzada Argenta. Eventualmente, Kel’thuzad fue derrotado y su filacteria se entregó al Padre Iñigo Montoya, quien inmediatamente desapareció con ella.
El Portal se Abre
Con la derrota de Kel’thuzad y la brusca derrota de Naxxramas, parecía que la paz podía llegar, o al menos una oportunidad de ella. Pero entonces, el Portal Oscuro llameo con vida por primera vez en una década, y surgiendo de él, un ejército de demonios invadió Azeroth. El nefasto Señor de fatalidad Kazzak, quien atormentaba las Tierras Devastadas del sur, había encontrado una forma de escapar de Azeroth a través del portal, y sus secuaces, liderados por el Alto Señor Kruul, estaban asaltando las ciudad de Azeroth como un preludio para una invasión a toda escala. Para poner un fin a esta amenaza de una vez y por todas, se requería mas que simplemente derrotar las fuerzas que se habían abierto paso – una vez que la Alianza y la Horda hicieron retroceder a la Legión, el siguiente paso estaba claro.
El Portal Oscuro estaba abierto. Y los portales funcionan en ambos lados. Habia llegado la hora de dejar Azeroth atrás, y explorar lo que estaba más allá de ese oscuro y siniestro puente entre mundos.
(Este Lore solo nos cuenta la historia hasta la expansion de Pandaria, En donde aparece la raza de los Pandaren y el el nuevo continente de Pandaria)
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